Siguen las negociaciones y las tensiones

Estados Unidos y Rusia trasladaron al seno de las Naciones Unidas su áspero debate de semanas acerca de la situación en Ucrania, durante una sesión del Consejo de Seguridad en la que Washington denunció el inminente aumento de las tropas rusas en la frontera y Moscú cuestionó la “diplomacia del megáfono” estadounidense para “engañar a la comunidad internacional”.

Fuera de Nueva York, se dieron en paralelos otras advertencias que azuzaron el cuadro: el presidente Joe Biden avisó que su país “está preparado para que pase lo que pase”; el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, consideró que le toca a Moscú “desescalar” el conflicto, y Rusia lamentó que “los anglosajones están intensificando tremendamente las tensiones en el continente europeo”.

Con esas incomodidades de fondo, los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y Francia, Emmanuel Macron, hablaron  por teléfono sobre la crisis en la frontera ruso-ucraniana y las garantías de seguridad planteadas por el Kremlin, y en las próximas horas harán lo propio a los cancilleres de Estados Unidos y Rusia, Antony Blinken y Serguei Lavrov.

Pero lo central estuvo en la ONU, en una reunión convocada por Estados Unidos que Rusia buscó suspender, sin éxito: 10 de los 15 miembros del Consejo de Seguridad votaron a favor de la discusión.

La embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfield, sostuvo entonces que su país tiene “evidencia” de que Rusia pretende “reforzar su presencia con más de 30.000 soldados cerca de la frontera de Bielorrusia con Ucrania, a menos de dos horas al norte de Kiev para principios de febrero», y señaló que “si Rusia invade Ucrania, nadie podrá decir que no lo vimos venir y las consecuencias serían horribles».

En su réplica, el representante ruso, Vasily Nebenzya, rechazó las acusaciones, advirtió que Washington está generando «histeria» con la convocatoria a la reunión e insistió en que ninguna autoridad de su país amenazó con invadir la exrepública soviética. “Estados Unidos –agregó- está azuzando las tensiones y la retórica y provocando una escalada».

«Las discusiones sobre una amenaza de guerra son provocativas en sí mismas; prácticamente lo están pidiendo, quieren que ocurra», denunció Nebenzya.

Para respaldar su idea del “engaño a la comunidad”, reseñó las pruebas falsas de Washington sobre las armas de destrucción masiva en Irak para atacar a Saddam Hussein.

El diplomático ruso también propuso una nueva reunión del Consejo de Seguridad para el 17 de febrero, séptimo aniversario de los acuerdos de Minsk, «para discutir la situación para una solución en Ucrania».

Thomas-Greenfield expresó que se está ante «la mayor movilización de tropas en Europa en décadas», y hasta alertó que «mientras hablamos, Rusia está enviando todavía más tropas y armas para unirse a ellas».

El embajador ucraniano ante la ONU, Sergiy Kyslytsya, pidió una desescalada que permita reanudar las negociaciones sobre el conflicto con los secesionistas apoyados por Moscú en la región oriental de Donbas.

 

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«Mi presidente ha reiterado recientemente que está dispuesto a reunirse con su homólogo ruso», dijo Kyslytsya ante el Consejo, y subrayó que para su país “la primera prioridad hoy es logar un alto el fuego sostenible e incondicional en Donbas».

Rusia rechaza ser considerada una amenaza para Ucrania y pretende garantías de que Kiev no se adherirá a la alianza militar transatlántica OTAN y de que Estados Unidos no establecerá nuevas bases militares en los países de la antigua órbita soviética.

Seguramente parte de estos elementos están contenidos en una respuesta por escrito que Rusia mandó a la carta de Estados Unidos.

“Confirmamos que hemos recibido una respuesta por escrito de Rusia», indicó un vocero de la diplomacia estadounidense sin especificar el contenido.

«Creemos que no sería productivo negociar en público, por lo que dejaremos que Rusia hable sobre su respuesta si quiere», añadió la fuente.

Biden y la diplomacia

A no muchos kilómetros de la discusión en Nueva York, en la Casa Blanca, Biden renovó su idea de que “la diplomacia es el mejor camino a seguir”, pero avisó que “como Rusia sigue acumulando fuerzas en torno a Ucrania, estamos preparados pase lo que pase».

La tesis del crecimiento de tropas en la frontera fue respaldada por la OTAN en boca de Stoltenberg, quien señaló que solo describe «los hechos y la realidad, y que no se explica ni se justifica el refuerzo militar de Rusia».

«Por tanto, le toca a Rusia explicar, desescalar. Y que Rusia se comprometa con un diálogo político serio con la OTAN», declaró.

Reino Unido y las sanciones

El Reino Unido, en tanto, anunció un nuevo marco legal que permitirá reforzar las sanciones a Moscú en caso de que ataque a Ucrania.

«Será el régimen de sanciones más duro contra Rusia que hayamos tenido», aseguró la ministra de Relaciones Exteriores, Liz Truss, en el Parlamento.

En su respuesta, Moscú acusó a las autoridades británicas de preparar un «ataque abierto contra las empresas rusas”, acusando a los «anglosajones de estar intensificando tremendamente las tensiones en el continente europeo».

 

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También Washington tiene la mirada en la cuestión sanciones: la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, destacó que el gobierno trabaja “estrechamente con el Congreso” respecto a cómo responder a la situación en busca de “un impacto disuasorio”.

Psaki reveló que Estados Unidos desarrolló un paquete de sanciones específico para las élites rusas y los miembros de sus familias para el caso de un ataque. “Todo en coordinación con aliados y socios”, amplió.

Bien también atiende la posibilidad de que Moscú restrinja la entrega de gas o la venta de petróleo, cuestión de la que habló con el emir de Qatar -el país gasífero más rico del mundo y uno de los principales exportadores de petróleo-, Tamim bin Hamad al-Thani.

Mientras se discutía en el Consejo de Seguridad de la ONU, un grupo naval ruso cruzó el canal de Sicilia como parte de ejercicios anunciados en el Mediterráneo, lo que generó cierta preocupación, hasta que el Estado Mayor de Defensa italiano aseguró que «la formación está realizando un tránsito en aguas internacionales y no viola la soberanía de los estados ribereños».

Los primeros ministros del Reino Unido, Boris Johnson, y los Países Bajos, Mark Rutte, irán a  Kiev, donde también se esperan en los próximos días a los ministros de Exteriores de Francia, Alemania y Polonia, después del de Canadá.

 

Ucrania recibirá de inmediato 600 millones de euros de la UE

Ucrania recibirá sin condiciones adicionales el primer tramo de ayuda macrofinanciera, consistente en 600 millones de euros, de parte de la Unión Europea (UE).

El anuncio lo formuló la Presidencia ucraniana, tras una reunión del mandatario Volodimir Zelenski, con el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis.

Mandatario y funcionario acordaron que “el primer tramo de ayuda macrofinanciera de 600 millones de euros será desembolsado sin condiciones adicionales e inmediatamente después de que se hayan realizado los trámites necesarios», según el texto.

Destaca el comunicado que Zelenski expresó su agradecimiento por la ayuda financiera prevista para Ucrania por el Plan Económico y de Inversión de la UE para la Asociación Oriental.

Entre otras cuestiones, el aporte servirá para apoyar a las pequeñas y medianas empresas ucranianas.

«En el marco de su conversación sobre las relaciones comerciales de Ucrania y la UE, el jefe del Estado abordó la necesidad de un pronto inicio de negociaciones oficiales sobre la concesión de preferencias comerciales adicionales a Ucrania, incluida la actualización de los aranceles y cuotas existentes para los exportadores ucranianos», señala la nota.

Además, Zelenski y Dombrovskis subrayaron la importancia de alcanzar avances con respecto al acuerdo entre Ucrania y la UE sobre evaluación de la conformidad y aceptación de productos industriales, lo que «abrirá mercados adicionales para los productores industriales» del país.

«Para nosotros, su visita en estos tiempos difíciles es otra muestra del apoyo incondicional de la UE a la soberanía y la integridad territorial de Ucrania», indicó Zelenski a Dombrovskis.

Hace una semana, la titular de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, anunció que la CE aprobó un nuevo paquete de ayuda financiera para Ucrania, equivalente a 1.200 millones de euros, para que el país sea capaz de «hacer frente a las necesidades financieras relacionadas con el conflicto» en el este de su territorio.

Agregó que, además, la CE tiene planes de duplicar, hasta 120 millones de euros, el monto de las subvenciones para Kiev.

Desde 2014 hasta ahora, la UE desembolsó más de 17.000 millones de euros en ayuda para Ucrania, en coincidencia con el inicio de las operaciones contra las milicias en Donbás, donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en respuesta al violento cambio de gobierno ocurrido en febrero del mismo año.

Los Acuerdos de Minsk sentaron las bases para una solución política al conflicto, pero no lograron hasta ahora el cese de la violencia.

El Cuarteto de Normandía (Alemania, Francia, Rusia y Ucrania) y el Grupo de Contacto Trilateral (Rusia, Ucrania y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa) son las principales plataformas de consultas que buscan resolver el conflicto entre el Gobierno ucraniano y esos grupos.

 

Observadores independientes podrían suavizar tensiones

La llegada de observadores independientes, incluidos los de la  Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), a la frontera entre Rusia y Ucrania sería una solución sensata para aliviar las tensiones, aseveró  el director del Centro de Política de Seguridad con sede en Ginebra y ex secretario general de la organización multilateral con sede en Viena, Thomas Greminger.

«Si hay una sospecha de actividad militar inusual, hay herramientas para verificarla y luego aportar pruebas de que realmente no hay ninguna actividad inusual, nada arriesgado, nada peligroso», explicó Greminger.

El funcionario indicó que el Documento de Viena de la OSCE contiene las normas que permiten hacer estas verificaciones.

Las tensiones en torno de Ucrania se fueron agravando en las últimas semanas por la acumulación de tropas rusas cerca de la frontera ucraniana, que Occidente interpreta como preparativos para una posible invasión.